Por desgracia, no existe un producto universal para todos los tipos de piel. Incluso si hablamos sólo de cremas hidratantes, pueden tener forma de gel o una textura cremosa. Y hay composiciones más complejas que combaten las arrugas, la pigmentación, las erupciones, reducen la sensibilidad, refuerzan los vasos sanguíneos. Al mismo tiempo, en cada momento las necesidades de la piel serán diferentes. Así que es muy difícil aconsejar productos específicos.
Te contamos en qué debes fijarte a la hora de elegir una crema facial.
Determina tu tipo de piel
El tipo de piel es una característica innata que no cambia. Por lo tanto, necesita conocer su tipo para elegir la base y la textura adecuadas del producto. Existen varias opciones de clasificación, pero lo más habitual es que las cremas se dividan en productos para piel seca, normal y grasa.
Piel seca
La piel seca suele ser fina y mate. Las glándulas sebáceas funcionan mal, por lo que apenas hay poros visibles en la superficie. Suele ser propensa a la descamación y la irritación, y después de lavarla puede quedar una sensación de tirantez.
Por eso, la crema ideal puede tener una base oleosa y una textura cremosa.
Piel grasa
La piel grasa, en cambio, es más gruesa y tiene más sebo. Suele tener un brillo aceitoso casi inmediatamente después de lavarse, y los poros son visibles incluso en las mejillas. Esta piel es más propensa a las erupciones y los puntos negros.
Si se utiliza un producto denso para pieles secas en este tipo de piel, los poros se obstruirán más a menudo, y la crema se sentirá como una mascarilla. Por eso, para las pieles grasas hay que elegir una base acuosa y textura gel.
Piel normal y mixta
La piel normal tiene un ligero brillo. Rara vez aparecen en ella erupciones e irritaciones. A la hora de elegir cremas para la piel normal, existen variaciones en función del estado y la época del año. Por ejemplo, en verano conviene aplicar algo ligero y en gel, y en invierno – cremosa.
Lo mismo puede decirse de la piel combinada, que es grasa en la zona T (frente, nariz, barbilla) y normal en las mejillas. Por lo tanto, sus propietarios suelen tener poros visibles y pueden presentar un brillo graso en la nariz y la barbilla, pero no en las mejillas.
Evalúe el estado de su piel en este momento
Incluso la piel grasa puede estar deshidratada. Además, en distintos momentos de la vida, las glándulas sebáceas se activan de forma diferente. Así que no te alarmes si después de los 30 tienes que pasar de los geles a algo más espeso.
Escúchate y piensa qué textura te parece ideal para aplicártela. Lo más probable es que aciertes.
Piensa en lo que te gustaría mejorar
Además de la grasa y la hidratación, tenemos otros aspectos que queremos mejorar. No existe un tarro único para todo.
Puede que tengas manchas oscuras de hiperpigmentación que te hayan quedado de las vacaciones, así que necesitas una crema con vitamina C, ácidos o retinoides.
O tienes los vasos sanguíneos frágiles, por lo que a menudo te sale rubor en las mejillas sin motivo. Entonces probablemente necesites buscar algo con vitamina E, que fortalecerá los capilares.
Antes de comprar un nuevo producto, examina bien tu rostro y decide qué es lo que quieres tratar en este momento.
Presta atención a la composición
La composición de los cosméticos se indica según la nomenclatura internacional INCI, normalmente en latín e inglés. Según ésta, todos los ingredientes se enumeran en orden descendente según su cantidad en el producto. Por tanto, el agua (Aqua) casi siempre irá en primer lugar.
Los aceites (Mineral Oil, Olive Oil, Ricinus Communis Seed Oil), y la glicerina (Glycerin) y las siliconas, por ejemplo la dimeticona (Dimethicone), indican la base oleosa de la composición.
También hay que prestar atención a los ingredientes activos. Entre ellos, vitaminas (tocoferol, ácido ascórbico, niacina), antioxidantes (resveratrol, ubiquinona), ácido hialurónico (ácido hialurónico), péptidos (argirelina, peptamida-6), extractos vegetales (Zingiber officinale Root Extract, Malva Sylvestris Leaf Extract), ácidos frutales (Mandelic Acid, Lactic Acid), urea (Urea), retinoides (Retinyl Palmitate, Retin-A).