Cómo reconocer el burnout
Los estudios definen el burnout de la siguiente manera: cinismo + sentimientos de alienación + fatiga.
Por ejemplo, tienes que preparar una ponencia para un congreso. Una actitud cínica puede manifestarse en pensamientos como «no seré capaz de hacer una buena presentación». Querrás distanciarte del problema y no mirar tus apuntes para nada. Como resultado, la preparación de la presentación te cansará mucho, aunque no hagas gran cosa durante el día.
También existen estos síntomas
Una disminución temporal pero significativa de la persistencia. Por ejemplo, estabas ensayando un discurso y en algún momento te expresaste mal o te olvidaste de decir lo más importante. Esto le molestó tanto que abandonó la preparación durante unos días.
Te pones nervioso. Empiezas a pensar: «¿Y si cometo el mismo error estúpido en la conferencia? ¿Y si meto la pata en cada presentación en público? ¿Y si siempre cometo errores en la vida y muero mediocre?».
Cómo evitar el agotamiento
Para ello, tienes que aumentar tu autoeficacia, es decir, tu confianza en tus acciones y en tu capacidad para tener éxito. Cuando disminuye, aparece el agotamiento.
Según investigadores de la Universidad de Stanford, la autoeficacia depende de cuatro factores:
La experiencia directa. Completar con éxito una tarea importante te da confianza e inspiración. Es la fuente más fiable de eficacia personal.
Experiencia indirecta. Cuando otros tienen éxito en algo en lo que tú quieres tener éxito, es inspirador. Sobre todo si son personas a las que admiras. Empiezas a pensar: «Si otros pueden hacerlo, yo también».
Persuasión. La autoeficacia aumenta cuando alguien importante para ti te dice que puedes hacerlo. Por ejemplo, un padre, un cónyuge, un mentor.
Estado fisiológico y psicológico. La ansiedad, el estrés y el cansancio constante reducen la autoestima.
Cómo afrontar el agotamiento si no puedes evitarlo
El bloguero Kunal Shandilya propone ejercicios para mejorar la autoeficacia.
1. Coge impulso poco a poco
Con el agotamiento, no serás capaz de escribir un artículo largo o crear un nuevo producto de golpe. Empieza poco a poco. Las pequeñas victorias te fortalecerán poco a poco. Aprovecha la inyección de confianza que obtendrás para tener éxito en tareas más grandes. Con el tiempo, volverás a tu nivel normal de rendimiento.
2- Utiliza la visualización y la automotivación
La autoimaginación se basa en cambiar las creencias subconscientes. Para ello, necesitas repetir una y otra vez actitudes positivas. Y deben tener un refuerzo emocional. Por ejemplo, cada mañana dígase varias veces: «Tengo una alta autoeficacia. A veces me quemo, pero luego me recupero y consigo el éxito».